Ya asoma el desastre

Ya asoma el desastre

“No nos queda tiempo”, decía en mi último artículo de opinión, pero no pensaba que fuera tan poco. El ejemplo del Mar Menor, con peces boqueando en busca de un oxígeno que ya no tienen por culpa de la mano del hombre, es el espejo que nos muestra que mundo más horripilante nos espera si no hacemos algo ya mismo.

Ya no nos queda tiempo

Ya no nos queda tiempo

“Nos habéis robado los sueños y las esperanzas”, espetó la activista Greta Thumberg en la Cumbre de Acción del Clima de la ONU. Millones de jóvenes –y no tan jóvenes-de todo el mundo han salido a la calle a protestar para que se devuelva el botín robado y que se tomen acciones ya mismo para revertir el cambio climático.

Siempre gana la banca…si nos dejamos

Siempre gana la banca…si nos dejamos

Otra sucursal bancaria que cierra y dejará sin servicio a la Vall de la Arrabassada de Tarragona. Que como los bancos no ganan bastante dinero los pobrecitos, ahora cierran oficinas para recortar gastos, echar más gente a la calle y obligar a los sufridos clientes a ir a donde quieren ellos.

El pregonero, un valor al alza

El pregonero, un valor al alza

Un programa de las fiestas de cualquier barrio de Tarragona nos muestra la curiosa evolución que ha tenido la figura del pregonero. Antiguamente, solían ser políticos que daban su pregón y allí acababa su pena y su gloria. Muchos vecinos ni siquiera sabían quién era el pregonero. Su función era dar paso a las fiestas y ya. Una figura casi de trámite que aparecía- si lo hacía- como de paso en el programa. Los créditos y ya.

Ocupaciones, ¿derechos, mafias o sesgo de clase?

Ocupaciones, ¿derechos, mafias o sesgo de clase?

Primero fueron pisos sueltos, ahora son bloques enteros e incluso chaletito con piscina ocupado en verano para desesperación de los dueños, pero también de los vecinos que sufren, día a día, la degradación de su espacio personal.

Cuando prende la muerte en el pulmón verde

Cuando prende la muerte en el pulmón verde

El incendio de Notre- Dame levantó olas de solidaridad y, en teoría, un alud de donaciones para recuperar esa joya arquitectónica. No veo esas mismas reacciones en el pavoroso incendio que asola el Amazonas,