En estos últimos años la administración pública ha ido traspasando funciones de servicios públicos, servicios de y para todos, al sector privado. Es el caso de las pensiones o ayudas diversas que, hace años, se pagaban en las oficinas del Estado, pero ahora toca ir al banco.
Empezaron por sanciones, multas, luego impuestos y pensiones, controles de vida, embargos, y un largo etcétera. Todos estos trámites que dependen de las administraciones públicas han pasado a “la banca”.
Pero la situación ha empeorado drásticamente estos dos últimos años, con la excusa de la “transición digital”. Entre 2020 y 2021 en España se cerraron casi 3.000 sucursales bancarias, perjudicando directamente a 1,3 millones de usuarios. Estos cierres de oficinas han venido acompañados de miles de despidos. Todo esto contrasta con los más de 5.000 millones de euros que han ganado.
Los horarios de atención también se han visto muy limitados, y obligan a realizar la mayoría de los trámites en aplicaciones. Según el informe del KPMG, solo entre el 50 y 60% de usuarios bancarios se han digitalizado. No puede trasladarse todo a la esfera digital sin formación, ni sin garantizar un acceso correcto de toda la población a aplicaciones y páginas web.
Y por si fuera poco, si quieres sacar dinero debe hacerse en los cajeros de la misma calle, poniendo así en riesgo a los mayores, y excluyendo a personas con discapacidades físicas, ya que la mayoría de cajeros automáticos no están adaptados.
¡Esto tiene que acabar ya! Queda claro que la banca solo se preocupa de su beneficio, y no del bienestar de la sociedad, pero entonces, algo deberían hacer nuestros representantes. Cuando la banca lo necesitó, el Gobierno rescató a los bancos con el dinero de todos y todas. ¿Por qué no intervienen ahora los políticos? Será que no tienen prisa en arreglarlo porque a ellos no les toca hacer cola, y menos en la calle.
Por justicia y humanidad debemos solucionar este abuso ya, siendo conscientes que solo podremos conseguirlo con la presión y la lucha ciudadana. Nuestros mayores merecen que salgamos a la calle.
Por este motivo, la Coordinadora de Entidades de Tarragona se ha unido a la Plataforma por una Banca Digna para la Gente Mayor. Y el próximo domingo 6 nos concentraremos frente al banco de España de Tarragona: porque queremos un trato digno para todos.
Y por último debéis recordar: ¡Que nadie os robe vuestra sonrisa!