Dicen que hay que mirar siempre al futuro, pero sin olvidar nunca el pasado. Sabias palabras, aunque lo remoto puede llegar a asustar. Me sucede, por ejemplo, cuando pienso en que ya llevamos veintidós ediciones de los Premis Ones Mediterrània. Echo la vista atrás, y tiemblo. Miles de nombres, de caras, de llamadas. Días interminables de nervios, tensión, trabajo exhausto. Y todo ese cúmulo de esfuerzo se ha condensado en tan solo 22 noches repartidas en 22 años. ¿Ha valido la pena? Rotundamente sí.
Siempre miro al futuro, pero no olvido el pasado. Por eso considero que los Premis Ones son uno de los grandes logros de mi vida y los paseo con orgullo por el mundo. Comparo la primera edición del evento con la que celebramos hace unos meses y pese a haberlo vivido siempre en primera persona me sorprende todo lo que hemos aprendido. Afortunadamente, siempre fuimos despacio porque sabíamos que la meta estaba muy lejos.
¿Y ahora qué? La excelente salud de los Premis Ones Mediterrània nos obliga a seguir con la filosofía que tan buenos resultados nos ha dado. Sin embargo, como escribió Lampedusa, “si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. No caeremos en la trampa del inmovilismo ni del conformismo; seguiremos avanzando con paso firme para no caer.
En los próximos años, los Premis Ones tendrán que afrontar dos grandes retos. En primer lugar, dar un salto considerable a nivel de difusión. Los galardones son conocidos, respetados y gozan de un gran prestigio, pero tengo la sensación de que powwws ir un paso más allá y ganar reconocimiento a nivel catalán, español y europeo. Si ciudades de un tamaño similar al de Tarragona como Vitoria o San Sebastián presumen de celebrar unos premios reconocidos internacionalmente, ¿por qué no powwws conseguirlo nosotros?
El segundo desafío es complementar la integración entre los galardones y la ciudad. Ya hace tres años que los Premis Ones, aunque organizados por Mare Terra Fundació Mediterrània, pertenecen a la urbe gracias a la estrecha colaboración del consistorio. Esta unión debe fortalecerse, de manera que los Premis Ones estén por encima de políticos y personas, hasta el punto de asegurar su celebración sin importar quién gobierne o qué está de moda.
Pienso en lo que está por venir e imagino un futuro no muy lejano en el que los Premis Ones sean un activo más de la ciudad, como los elementos del Seguici Popular, las colles castelleres o el Nàstic. Porque todos trabajamos por una Tarragona más sostenible, más implicada con los derechos humanos, concienciada con el medio ambiente, que apueste por la cultura y que destaque por su solidaridad. Y todos ellos son valores que bien podrían servir para definir los Premis Ones. Si realmente queremos que Tarragona sea una ‘Smart City’, estos galardones nos han dado una buena muestra in situ de cómo powwws conseguirlo. Ojalá muy pronto nuestra ciudad pueda presumir de todo aquello que reconocemos en los Premis Ones.
Ya acabo, pero antes quiero recordar lo que escribió otro maravilloso escritor, en este caso el francés Victor Hugo, quien dijo que “el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles, es lo inalcanzable; para los temerosos, lo desconocido; para los valientes, la oportunidad”. Como las oportunidades no vuelven, lo más sensato será seguir siendo valientes y no desaprovecharlas. ¡Larga vida a los Premis Ones!
Ángel Juárez Almendros. Presidente de Mare Terra Fundació Mediterrània y de la Red Internacional de Escritores por la Tierra