El 9 de marzo de este año interpusimos, desde Mare Terra Fundació Mediterrània, un requerimiento ante la fiscalía de medio ambiente de Tarragona, para que se investigase y se analizase el fondo marino del litoral tarraconense, junto con Vila-Seca En Comú.
¿Y por qué? Pues porqué desde el año 2003 no se ha realizado ninguna investigación i estudio sobre el estado de estas aguas. Y, sinceramente, en Tarragona hay indicios suficientes para pensar que podría estar contaminado: la intensa actividad de la refinería, la enorme presencia de microplásticos y, por supuesto también, la recurrente actividad humana en las playas.
Es un derecho esencial conocer el estado en el que se encuentra nuestro entorno. No es cuestión de buscar culpables, sino de soluciones y actuaciones.
Hoy tengo una noticia “optimista”, y es que la investigación ya se está ejecutando. El Seprona, junto con los GEAS (Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas), están ya recogiendo información, muestras, tomando capturas, etc. Se han realizado 4 inmersiones: una en Altafulla, dos en La Pineda, y una en el barranco de Barenys de Salou.
Todavía no han llegado los resultados, pero confiamos en tenerlos pronto. Porque no nos queda mucho tiempo, como bien ha relatado el informe del IPCC de la ONU esta misma semana.
Lo que no logro entender es por qué no hay más administraciones implicadas en este asunto. Vamos a ver, la importancia de la investigación y de sus efectos es innegable. Entonces, ¿por qué la Generalitat, por ejemplo, no ha tomado partido? ¿O por qué no pone sus propios recursos? También los Ajuntaments de todo el litoral, equipos elegidos democráticamente, que no se han implicado en esta problemática aún desconocida. Y otras administraciones públicas, organismos, incluso empresas, que deberían estar yya actuando.
Tampoco logro comprender la falta de transparencia la falta de transparencia en todos asuntos. Son muchas las problemáticas ambientales actuales. No sé si se está haciendo lo necesario, principalmente porqué lo desconocemos. Pero, vuelvo a repetir, esto es una emergencia real.
El fondo marino y nuestras playas son uno de los ecosistemas más dañados por la contaminación y sus consecuencias son realmente graves. Para ser más concretos, los océanos reciben aproximadamente entre 8 y 13 millones de toneladas de residuos plásticos al año que dañan a la biodiversidad y ecosistemas marinos.
Más del 90% de los daños causados a la fauna marina por los residuos humanos se debe a los plásticos. 1 tortuga de cada 2 ha ingerido plástico en el Mediterráneo. Y más del 90% de las aves marinas tienen fragmentos de plásticos en su estómago.
Si seguimos este ritmo, en los próximos 30 años la cantidad de basura en el mar mediterráneo alcanzará, de seguir los patrones actuales, 3.000.000.000 toneladas.
¿Es que acaso esto puede dejar indiferente a alguien? La conclusión que yo ya saqué hace tiempo, es que el máximo y más feroz depredador que existe de los ecosistemas marinos es el ser humano.
Si no cambiamos nuestros hábitos, como bien dice la ONU, no superaremos el cambio climático. Y el coste de todo esto es la vida, la vida del ser humano, de los animales, de los ecosistemas, etc., en definitiva, la vida del planeta.
La mejor y más efectiva forma de contribución que nosotros tenemos es la concienciación ambiental. Por eso trabajaremos sin descanso para intentar revertir estas acciones. Y, por supuesto, cuando tengamos los resultados de la investigación, trabajaremos en las mejores actuaciones para el fondo marino de Tarragona.
Per recordad, ¡que nadie os robe vuestra sonrisa!