Entrevista a Ángel Juárez por la publicación de «Sigo Volando» por la Red Internacional de Escritores por la Tierra

¿Qué te ha impulsado a publicar este nuevo libro?

Durante toda la vida me han dicho que he sido muy rebelde y un poco hiperactivo. Y es que de una forma natural, todo lo que veo que es injusto, debo decirlo. Siempre he querido defender lo que consideraba justo, incluso lo que la gran mayoría no se atrevía, y esto me ha costado una vida de disgustos.

La literatura para mi cubre esta necesidad de contar lo que siento, o lo que algunos no se atreven. La única diferencia al final es que yo no tengo miedo, y lo que pienso lo publico.

¿Y porque has elegido de nuevo la poesía para expresar todo esto?

Con la poesía podemos decir las cosas de forma más bella y de tal manera que resulta incluso terapéutica. Leer un poema cambia una mirada. La poesía es una magnifica herramienta sobre todo para transmitir sentimientos.

¿Cuál es la historia del título: “Sigo Volando”?

Durante mi pubertad, cuando sentía que ya luchaba contra el mundo entero, recibí el libro “Juan Salvador Gaviota” y me sentí totalmente reflejado con el protagonista. Como toda la sociedad se le puso en contra, o como lo tillaban de loco y solo por hacer un planteamiento distinto dentro de la norma. Yo a día de hoy aún me identifico con este personaje, porque si uno cree, se puede conseguir. A mí me ha ocurrido así. Cuando algunos no confiaban, he seguido luchando y lo he conseguido.  

En los poemas haces muchas referencias a la lucha, ¿pero que más encontramos de Ángel Juárez en este libro?

Tengo clarísimo que soy un superviviente nato. Desde que nací en una familia humilde y todos trabajadores, luchando para vivir y cooperando. Todo lo que me pueda dar miedo, lo convierto en un reto. En definitiva, la supervivencia, el trabajo y la ambición sana me han acompañado toda la vida, y también en este nuevo libro.

¿Crees que tu libro puede ayudar al lector? ¿En qué?

Hay mensajes de fortaleza, porque explico historias de superación. Algunas personas que me leen me han contado que me han contado que usan mis libras como terapia, para fomentar su autoestima y amor propio. Si yo estoy ayudando a que estas personas se hagan más fuertes, se cuiden y se quieran más, seguiré.

Todas mis poesías, aunque sean muy duras, intento terminarlas bien. Porque dentro de toda la tormenta, hay que encontrar la calma. Esto es lo que intento conseguir yo y lo que pretendo que consiga el lector.

Aparte de este lado más íntimo y personal, ¿crees que el libro anima a luchar a nivel social?

Mi vida siempre ha girado entorno la lucha social, por eso muchas veces me cuesta comprender porque la gente no se implica. En una sociedad tan “globalizada” no entiendo que no seamos más reivindicativos, o solidarios.

Debemos hacer una reflexión que va mucho más allá. ¿Por qué estamos en este mundo? ¿Solo para encontrar un trabajo y vivir en una casita con la familia? Para mí la vida no es esto.

¿En qué se distinguen estos poemas de los publicados anteriormente?

En este libro hay cuatro apartados muy específicos, y hay uno que era de obligado cumplimiento que eran los recuerdo. Poesías dedicadas a todos y todas las luchadoras que se han quedado en el camino.

A mí me encanta la vida, la disfruto a cada minuto, a cada segundo, con los pequeños detalles. Eso es lo que recomiendo: vive la vida al máximo, siempre respetando a los demás. Los momentos no se repiten, porque vivimos en una eterna realidad en la que el pasado ya es pasado. Así que ¡vive y disfruta!

El próximo jueves 17 de marzo presentas tu libro en Tarragona. ¿Qué has preparado?

Os espero el jueves 17 en un sitio muy especial de Tarragona, en el Teatret del barrio marinero del Serrallo. Voy a compartir la mesa con Santiago Castellà, el editor óscar de Baltodano y con mi gran amiga y colaboradora Mayte Carrasco.

Intentaremos que paséis una velada estupenda. Y ya os revelo una sorpresita: haciendo honor a mis raíces granadinas, nos acompañará música andalusí en directo en la lectura de poemas. Y ahí estaremos, compartiendo sonrisas.