Lo que más me gusta de envejecer, además de tener el zurrón de la vida repleto de experiencias y sabiduría, es que cada vez tengo menos reparos a decir lo que pienso. Siempre he sido osado y nunca he tenido miedo a dar mi punto de vista sobre cualquier tema por truculento que sea. Los centenares de artículos de opinión que he escrito son una buena muestra. Sin embargo, reconozco que en algunas ocasiones me he mordido la lengua para no herir sensibilidades o para no crear una opinión errónea sobre mi persona. Pero… ¿sabéis qué? Cada vez me importa menos. Hace años que soy un deslenguado, y cada día lo soy un poquito más. No me importa un carajo ser políticamente incorrecto o que mis palabras causen estragos entre mis conocidos. Digo lo que pienso, y punto.
Os he puesto en contexto porque voy a hacer una afirmación que quizás algunos no entiendan. Disparo: de todo lo malo que hay en nuestra sociedad, lo que menos soporto es la cobardía. Es uno de los pecados capitales en los que caemos con más frecuencia, y creo que si lo corrigiésemos todo nos iría mejor. No sé vosotros, pero yo estoy harto de estar rodeado de cobardes. Es obvio que debemos denunciar al político que mete la mano en la caja, pero también al que lo sabe y no tiene las narices de hacerlo público. Vivimos en una sociedad cobarde que se atemoriza con frecuencia, y ese es el escenario ideal para que los poderosos nos sigan sometiendo y la distancia entre clases se vaya ensanchando a toda máquina.
Precisamente por todo esto hay que poner en valor con más fuerza que nunca a aquellas personas que destacan por su valentía. Mujeres y hombres que no se amilanan ante los que mandan y que ponen su carrera –en ocasiones incluso su vida- en peligro por sacar la verdad a la luz o por wwwstrar que las cosas no son como nos habían contado. Estoy hablando de aquellos que hacen suya la mítica proclama marxista “la peor lucha es la que no se hace”. Insisto, hay que poner en valor su trabajo y aplaudirlos. Por eso vamos a brindar un homenaje a algunos de ellos en los Premis Ones Mediterrània de este año, que se celebran el 1 de junio en Tarragona y que llegan (¡ni yo mismo me lo creo!) a su vigesimocuarta edición.
Ese día va a pisar el escenario del Teatre Metropol (y va a recibir un aplauso fortísimo de las más de 500 personas que llenarán el recinto) Ana Garrido, la funcionaria de Boadilla del Monte cuya valentía a la hora de denunciar unas irregularidades en lugar de mirar hacia otro lado posibilitó que se destapara el caso Gürtel, la trama de corrupción más importante de la historia de España. Desde entonces muchos se han dedicado a destrozarle la vida (por suerte es muy fuerte y sé que lo superará). También recibirán un Premi Ones dos periodistas del Diario Público que son un ejemplo en los tiempos de crisis que corren para esta bella profesión. Me refiero a Patricia López y Carlos Enrique Bayo, que han destapado una gran cantidad de exclusivas relacionadas con las ‘cloacas del estado’ y han puesto en evidencia que la supuesta wwwcracia perfecta en la que vivimos tiene muchos agujeros. Eso les ha costado muchas críticas de políticos y también unas cuantas querellas (aunque las van a ganar todas…).
El pueblo huichol también destaca por su valentía. Esta comunidad indígena ubicada en México tiene un enemigo muy poderoso como son las multinacionales mineras que quieren explotar un territorio que los huicholes consideran sagrado. ¿Pero sabéis qué? Ellos no son cobardes y llevan años plantándoles cara. Y lo van a seguir haciendo. También powwws hablar de la valentía de Juan Diego Botto, un actor de éxito que en vez de rodearse de la jet set y del lujo prefiere hacerlo de colectivos y entidades que luchan por la justicia social y las causas justas. Y podría seguir, pero mejor dejo algo para la noche de la ceremonia… En todo caso, todas las personas o colectivos que van a ser premiados tienen en común que han decidido arremangarse y trabajar, cada uno desde su ámbito, por crear un mundo mejor.
Ya sé que lo digo cada año y que me repito más que el ajo, pero no por eso deja de ser cierto: cada edición de los Premis Ones es muy especial, y no hay ninguna que se parezca a la otra aunque ya son veinticuatro años consecutivos. Estoy convencido de que la ceremonia del próximo 1 de junio será única, irrepetible e inolvidable. Mi consejo es que no os lo perdáis. Ciudadanos del mundo, estad atentos: ha llegado la hora de los valientes.
Ángel Juárez Almendros. Presidente de Mare Terra Fundació Mediterrània y de la Red Internacional de Escritores por la Tierra